Hoy hablaremos de cómo poner límites a nuestros hijos,
Los límites son las normas que se entregan en la crianza para definir hasta qué punto el otro está siendo responsable con el bienestar de otros y consigo mismo.
Cómo ponerlas sin sentirnos culpables y de manera efectiva.
Lo primero que se debe hacer transversalmente la edad de nuestros hijos, es tener normas coherentes y estar alineados con el resto del sistema familiar incluyendo a las personas que nos puedan ayudar en casa y los abuelos.
La palabra deberá ser ley, se debe cumplir todo lo que se dice y debemos acatar a las mismas normas para nosotros mismos, por ejemplo, si no queremos que estén con el celular en la mesa, nosotros tampoco podemos hacerlo.
La firmeza no significa que debemos dejar de ser amables. Ante una pataleta, es bueno que el niño sienta esa firmeza y esa confianza en lo que estamos haciendo. Debemos saber ponernos a su altura, hablarle calmadamente incluso cuando estemos diciendole un no y contenerlo con nuestros brazos. A cierta edad es bueno que los niños sientan algo de control entonces en vez de tan solo decir que no, se le debe dar opciones.”nos tenemos que ir del parque, pero que prefieres? Irte saltando, caminando o en apa?….también ayuda enseñarle tiempos para que tengan conciencia de esos límites. Los relojes con manijas les enseñan a asimilar el tiempo, mostrarles, mira cuando esta manija esté aquí se acabó el tiempo de jugar, cuando este aqui es hora de dormir ….así también luego cuando les digamos en el parque nos quedan 5 minutos, sabrán de lo que estamos hablando.
No debemos esperar tampoco que el niño además de obedecer lo haga de manera alegre o entusiasta, es normal que pueda expresar frustración pena o enojo, tienen derecho a sentirlo, y son procesos que ellos solos iran madurando a medida vayan creciendo.
Cuando son mas pequeños hay que dar ejemplos muy concretos, mostrandoles en el mismo momento en que esten viviendo una emoción que eso es lo que queremos evitar que les pase si se caen de un lugar alto o que eso sienta un amigo si lo golpea o le quita su juguete. Nombrar la emoción además les ayudará a desarrollar su inteligencia emocional. Si queremos enseñar algo en otro momento, utilizar cuentos o títeres también es necesario para que puedan comprender, puesto que a su edad el tipo de pensamiento que hay es el concreto. Por otro lado, los adolescentes ya están en edad de negociar a otra escala, y las negociaciones deben ser claras, estables, determinar consecuencias en los actos, no en la palabra, y tener directa relación con una explicación valórica de la familia, visualizando que el adolescente tiene una necesidad personal detrás de el cuestionamiento de los límites, está construyendo su identidad y re conociendo el mundo de una manera más adulta puesto que el pensamiento mágico que es el primordial en la infancia ya se ha quedado atrás..
Lo más importante para poner límites amablemente, es no entrar en el pensamiento de que el otro lo hace por molestarnos, o manipularnos, el cerebro humano no termina de desarrollarse aproximadamente hasta los 23 años, y lo último que se desarrolla es el lóbulo prefrontal, o sea, nuestra capacidad de controlar los impulsos, donde se toman decisiones relevantes. El cerebro de un niño o de un adolescente son muy diferentes al de un adulto y eso significa que no responderán a instrucciones de manera automática o que les costará mucho más no probar los límites, de hecho, es una etapa en el desarrollo humano absolutamente normal, en dónde los pequeños de 2 años tanto como nuevamente en la adolescencia, van a buscar probar el límite, para poder saber hasta que punto son realmente amados, incluso si se equivocan o simplemente para probar la autoridad y la seguridad del otro en la comprensión de movernos en el mundo.
Sin límites disfrutar de jugar, lleva a ludopatia, comer, termina en obesidad, entregarse al servicio de otros, termina en nunca poder decir que no o no pedir ayuda.
Los límites son amor y entregan sensación de control y bienestar cuando se asimilan de manera adecuada y se imponen con coherencia y seguridad.